El suelo pélvico abarca un conjunto de estructurales musculares y ligamentosas encargadas de sostener órganos tan importantes como la vejiga, el útero y el recto.
Cuando esta estructura falla, aparecen las disfunciones del suelo pélvico, que pueden tener una importante trascendencia en la calidad de vida de la mujer.
Entre las disfunciones más importantes del suelo pélvico destacan:
- Prolapso de los órganos pélvicos
- Incontinencia urinaria
- Incontinencia anal
- Disfunción sexual
- Dolor pélvico crónico
El prolapso de órganos pélvicos supone el descenso de la vejiga, útero y/o intestino a través de la vagina.
El principal factor de riesgo para esta disfunción es la paridad. Las mujeres que hayan tenido varios partos vaginales tienen más riesgo de presentar prolapsos genitales. Del mismo modo, la obesidad o el estreñimiento crónico son otros factores de riesgo reconocidos.
El síntoma más frecuente en la paciente es la sensación de bulto genital, pesadez o presión pélvica.
El tratamiento del prolapso puede ser conservador o quirúrgico en función de la sintomatología, gravedad y edad de la paciente.
La incontinencia urinaria consiste en el escape involuntario de orina.
Existen tres tipos:
- Incontinencia urinaria de esfuerzo: se produce cuando existe una pérdida de orina que coincide con un aumento de la presión abdominal desencadenado tras un esfuerzo, actividad física, tos o estornudo.
- Incontinencia urinaria de urgencia: se asocia a un fuerte deseo de orinar que no se puede controlar.
- Incontinencia urinaria mixta, combinación de las dos anteriores.
En muchos de los casos, simplemente un cambio en el estilo de vida, así como sencillos ejercicios para entrenar la musculatura del suelo pélvico son suficientes para mejorar la sintomatología que tanto condiciona el día a día de nuestras pacientes.
En otras ocasiones el tratamiento farmacológico o quirúrgico será necesario para controlar esta disfunción.
La dispareunia (dolor o molestia con las relaciones sexuales) y el vaginismo (imposibilidad para la penetración) también limitan considerablemente la vida sexual de la mujer.
La repercusión que tienen todas estas disfunciones en la calidad de vida de la mujer obliga a establecer un diagnóstico preciso que incluya una cuidadosa anamnesis y una exploración ginecológica completa. Esto nos ayudará a orientar nuestro tratamiento y realizar un abordaje integral del problema más allá del diagnóstico clínico.